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Segunda entrega: la palmicultura regenerativa, enfoques y prácticas asociadas

Foto: Nolver Atanacio Arias

Por:

Nolver Atanacio Arias Arias, Investigador titular, Coordinador programa de Agronomía Cenipalma


En una primera entrega sobre el tema de las realidades y oportunidades de la incorporación y desarrollo de los conceptos de agricultura regenerativa en la palmicultura colombiana, se mencionó la importancia del suelo como eje central de este tipo de agricultura y las cuatro prácticas clave en la regeneración de los suelos: (1) baja remoción, (2) cubrir el suelo, (3) incorporación de biomasa y (4) la incorporación de raíces a través de diversidad de plantas. En esta segunda entrega se destacan también otros enfoques involucrados en el concepto de agricultura regenerativa y su materialización a través de prácticas de manejo.

Además de la conservación y regeneración de los suelos, la palmicultura regenerativa también se enfoca en: la reducción del uso de agroquímicos, el uso eficiente de nutrientes y la reducción de gases de efecto invernadero (GEI), el uso adecuado de la mecanización, la integración de otras actividades económicas y la conservación de “corredores biológicos” como parte del agroecosistema.

Raíces de leguminosas con bacterias fijadoras de nitrógeno. Importantes en la reducción de GEI
Foto 1: Raíces de leguminosas con bacterias fijadoras de nitrógeno. Importantes en la reducción de GEI.

En primer lugar, sobre el uso de agroquímicos, si bien la palma de aceite no es intensiva en el uso de estos productos en relación con cultivos semestrales, es posible por ejemplo la reducción del uso de herbicidas: evitando la aplicación generalizada y disminuyendo las aplicaciones al área de plato. Es posible pasar de 3-4 rondas de “plateo” a 1 o cero rondas de aplicación por año. Optar por el control mecánico de arvenses disminuye la erosión (alrededor del 32 %), incrementa la eficiencia del uso de nutrientes, favorece la diversidad biológica y puede llegar a generar hasta 16 % adicional de ganancias en función de la mayor producción de los cultivos.

Sitio con abundantes raíces y adecuada humedad, apropiadas para la toma de nutrientes.
Foto: Sitio con abundantes raíces y adecuada humedad, apropiadas para la toma de nutrientes.

Por otra parte, con respecto a los agroquímicos, la reducción de uso de plaguicidas va de la mano de el establecimiento de plantas nectaríferas y diversidad de arvenses, el monitoreo permanente para lograr intervención en áreas foco y en el momento oportuno, la preferencia por el uso de insecticidas biológicos y la evaluación de la calidad de las aplicaciones. Disminuir el uso de insecticidas impacta en: la conservación de controladores biológicos, el crecimiento de las poblaciones de insectos polinizadores, una mejor conformación de los racimos y la disminución de los riesgos tanto para el suelo, el agua como las personas.

En segundo lugar, el uso eficiente de nutrientes y la reducción de gases de efecto invernadero (GEI), es relevante si se tiene en cuenta que los fertilizantes representan alrededor del 40 % de la huella de carbono para la producción de fruto se asocia con el suministro de los nutrientes al cultivo. La reducción de GEI y el uso eficiente de nutrientes va de la mano de: la selección de fuentes que disminuyan los riesgos de pérdida como ureas recubiertas y fertilizantes de liberación controlada, la dosificación en función de las reales demandas del cultivo, la aplicación en sitios con abundante sistema radical y bajo condiciones de humedad apropiada en el suelo. También la incorporación de leguminosas de cobertura para la fijación biológica de nitrógeno y la reducción de su aporte con fuentes minerales. Con las anteriores prácticas es posible la reducción de pérdida de nutrientes por escorrentía, lixiviación y volatilización para el caso de los fertilizantes nitrogenados.

Coberturas, biomasa y biodiversidad. Claves en la agricultura regenerativa.
Foto: Coberturas, biomasa y biodiversidad. Claves en la agricultura regenerativa.

En tercer lugar, la palmicultura regenerativa también se ocupa de ocasionar el menor impacto posible en el suelo cuando se ejecutan labores mecanizadas como la cosecha, el manejo de arvenses y la fertilización, así como también se encarga de evaluar los impactos y realizar correctivos en caso de ser necesario. El uso responsable de la mecanización tiene en cuenta: las condiciones físicas del suelo y sus posibilidades de tránsito de maquinaria bien sea por condiciones naturales o temporales asociadas con el clima, el uso de peso y llantas apropiadas para disminuir la presión en el suelo y la ejecución de labores como el “borrado de huellas” de los vehículos en épocas secas para disminuir el efecto acumulado de la mecanización. Partiendo del principio de que no todos los suelos ni en todas las épocas del año es posible mecanizar, con estas prácticas se busca reducir los encharcamientos, el riesgo de enfermedades, el deterioro del suelo y mejorar la logística y bienestar de las personas en las plantaciones.

Plantas cultivadas para atraer insectos benéficos.
Foto: Plantas cultivadas para atraer insectos benéficos.

En cuarto lugar, la integración de otras actividades económicas tiene además de generar ingresos adicionales, la posibilidad de incorporar beneficios al agroecosistema en función de los servicios ecosistémicos que prestan otras plantas asociadas con la palma como también actividades pecuarias que en función de la zona y el manejo es posible desarrollar en forma armónica con la palma. El establecimiento de cultivos transitorios tales como: maíz, plátano, tomate, ají, frijol, maracuyá, piña, entre otros, es posible durante los primeros cuatro años del cultivo y en función del diseño de plantación también es factible la siembra y manejo de cultivos permanentes. La integración de otros cultivos va de la mano con: el reciclaje de nutrientes, la reducción de la escorrentía y la erosión, la fijación biológica de nitrógeno en el caso de las leguminosas y el aporte de carbono al suelo a través de raíces y biomasa aérea.

Práctica de aplicación de biomasa en OxG. Reduce el uso de plaguicidas y herbicidas.
Foto: Práctica de aplicación de biomasa en OxG. Reduce el uso de plaguicidas y herbicidas.

Además, bajo esquemas adecuados de manejo que consideran variables como la condición física del suelo, la edad del cultivo, la frecuencia de pastoreo y la capacidad de carga, la integración de actividades pecuarias resulta positiva en el incremento de la biodiversidad del suelo y el manejo ecológico de la vegetación acompañante.

Finalmente, la conservación de “corredores biológicos” como parte del agroecosistema, se enfoca en conservar los existentes y también en promover nuevos espacios para el incremento de la flora y fauna nativas. Los corredores biológicos actúan como reservorios de macro y microorganismos con potencial impacto benéfico en el agroecosistema de la palma y que son claves en la regulación de las poblaciones de artrópodos plaga y la sanidad de los cultivos.

Además del suelo, la palmicultura regenerativa involucra los cinco enfoques mencionados que al final se traducen en prácticas que le apuntan en su conjunto a un manejo más armónico del agroecosistema de nuestra palma de aceite.

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