Por:
Juan Sebastián Moreno, Asistente de Comunicaciones de Fedepalma
Roque Julio Gómez Serrano de 68 años es un palmicultor de la región del Catatumbo y relata que su actividad laboral giró en torno al desarrollo rural por lo que tomó la decisión de sembrar palma de aceite en Norte de Santander, ya que este fruto llegó al departamento para sustituir los cultivos ilícitos, transformando el territorio desde el punto de vista social y económico.
Es por eso que Gómez Serrano afirma que durante 22 años que lleva el cultivo de la palma de aceite en Norte de Santander, esta planta generó un cambio que no se esperaba porque era un sector nuevo que había llegado a la región y era difícil de implementarlo, pero después de observar los resultados, la comunidad comenzó a considerarlo como una alternativa muy importante y desde ese momento, los actuales palmicultores están disfrutando de los frutos de sus cultivos.
Actualmente cuento con 23 hectáreas, la mitad en plena producción y la otra mitad ya casi comienza a producirme. Este cultivo es un verdadero regalo que nos dio Dios y la naturaleza y el resto lo aportamos nosotros por medio de la tecnología y se ha dado un gran desarrollo de la agroindustria en el municipio.
Le hizo un poema a la palma de aceite
Gracias a la palma de aceite, Roque se inspiró y le hizo un poema a este cultivo porque fue un motor de transformación y el que motivó a la gente. Por tal motivo, expresa que a la palma se le debe mucho por la forma en que desarrolló el campo en el Catatumbo.
Nosotros los palmicultores vivimos en unas condiciones muy favorables, ya nuestros hijos son profesionales y vivimos un mejor presente al que se vivía antes. Entonces para hacerle honor a esa hermosa planta yo redacté un poema titulado: “Palma, bendita palma”.
Además, resaltó que este poema es reciente y ha aprovechado los espacios del gremio para dar a conocer su composición, la cual ha tenido una gran acogida entre sus colegas y que se puede encontrar disponible en la red social de Facebook.
Una buena productividad
En 2022, este palmero obtuvo una producción promedio de 28.7 toneladas hectárea año y para su éxito recomienda estar muy pendiente de la fertilización, ya que es fundamental tener un buen manejo agronómico y que con el tiempo este trabajo la palma de aceite lo retribuye.
Este gremio es uno de los más consolidados para el caso de Norte de Santander porque el modelo nuestro, es un modelo asociativo que nos reúne para fortalecernos. Veo en la agroindustria de la palma un futuro muy grande por medio de la ciencia y tecnología que se está desarrollando para implementar en nuestros cultivos.