Por:
Rafael Ricardo Molina Pérez, Asistente de Investigación II
Luis Carlos Macías Gómez, Tecnólogo de Investigación I
Ruby Jennifer García Mendoza, Técnico de Investigación I
Jhonatan Eduardo Camperos Reyes, Asistente de Investigación I
Hugo Andrés Arias Gómez, Tecnólogo de Investigación I
Nolver Atanacio Arias Arias, Líder de Investigación, Coordinador del Programa de Agronomía
La pudrición del cogollo (PC) representa un desafío significativo para el cultivo de palma de aceite en Colombia. Una estrategia fundamental para su manejo es la remoción de los tejidos enfermos, con el objetivo de facilitar la recuperación de las palmas, un procedimiento conocido como cirugía. Sin embargo, esta tarea se dificulta en palmas que superan los cinco metros de altura, ya que se debe ascender con escaleras y realizar cortes precisos utilizando herramientas manuales como el cincel y el mazo, (tal como se muestra en la figura 1). Aunque efectivo, este método exige un considerable esfuerzo físico, lo que impacta negativamente la productividad laboral y los costos asociados con el manejo de la enfermedad.

En un estudio realizado en 2024 en el Campo Experimental Palmar de la Vizcaína, la Unidad de Validación de Resultados de Investigación identificó que el uso del cincel y el mazo consume el 21 % del tiempo total de la cirugía. Este lapso, que varía entre cinco y quince minutos según la severidad de la palma afectada, implica un proceso lento y repetitivo que agota físicamente al operario.
Con el objetivo de aumentar la eficiencia y reducir el desgaste de los operarios encargados de realizar el procedimiento de retiro de tejido (cirugía), se llevó a cabo una modificación innovadora en el cortador mecanizado (ver figura 2). La adaptación consistió en disminuir su longitud, optimizando la herramienta para la tarea específica de cirugía en palma de aceite.

La implementación de esta modificación agilizó y precisó los cortes, disminuyendo el tiempo de 7,2 minutos (con cincel y mazo) a solo 3,4 minutos con el cortador mecanizado modificado. Esta reducción del 52,78 % en el tiempo de corte por cirugía para remover hojas y tejido enfermo aumentó el rendimiento laboral y disminuyó significativamente la fatiga reportada por los trabajadores al final de la jornada, lo que subraya una mejora notable en su calidad de vida.

En conclusión, esta mejora ejemplifica cómo la innovación tecnológica puede marcar una diferencia sustancial en el campo, no solo en términos de productividad, sino también en el bienestar de los trabajadores del sector palmero. Continuaremos explorando nuevas vías para optimizar nuestras herramientas y procesos, con el firme propósito de impulsar un sector palmero más eficiente y sostenible.