martes, 18 de noviembre de 2025 - ISSN en línea 2744-8274

Mecanización y administración del recurso humano, dupla para mejorar la productividad laboral

Mecanización y administración del recurso humano
Fotos: Karol Villalobos

*Edición especial abril de 2025

Uno de los mayores escollos que presenta la agroindustria de la palma de aceite es la mano de obra: sus costos y su escasez inciden en forma negativa en la productividad del cultivo. ¡Mecanizar es la salida!

Del total de costos de producción de la palma de aceite en Colombia, la mano de obra consume entre un 30 y un 40 %. A ello se suma la dificultad para conseguir personal que se encar­gue de las labores, situación que ha veni­do afectando especialmente a las zonas Central, Norte y Oriental. Esto último, con las consecuencias que tiene para el cultivo, en materia de productividad y fitosanidad, la no ejecución oportuna de las buenas prácticas.

Cenipalma, a través de las unidades de Meca­nización, Validación y Evaluación Económica, ha venido trabajando en la búsqueda y el desarrollo de nuevas tecnologías y estrategias que permitan mayor efi­ciencia en la administración del recurso humano. Todo ello en el marco del Pro­yecto Optimización del Uso de los Recur­sos y Productividad Laboral.

Para que conozcamos los pormenores del tema, PalmaSana y Productiva invitó a los in­vestigadores de la Unidad de Validación de Re­sultados de Investigación, Elizabeth Ruiz Álva­rez y Diego Alejandro Hernández Rendón y del Programa de Agronomía Área de Mecanización y Aguas,, Arley David Zapata Hernández.

La labor que los investigadores han realizado los ha llevado a con­cluir que la mecanización y la ad­ministración del recurso humano son factores determinantes para alcanzar una mayor productividad.

Sin embargo, hay una serie de condiciones para que la dupla fun­cione, pues no basta con adquirir una nueva máquina si no se cuenta con el personal capacitado para operarla, o si el diseño de puestos de trabajo no está alineado con la máquina.

Mecanización con diferente rasero

La mecanización y la automatización, conside­rados por la Organización de las Naciones Uni­das para la Agricultura y la Alimentación, FAO, como los temas que más impactan en materia de rendimiento, reducción y eficiencia de costos agrícolas, y en facilidad de la labor para los ope­rarios, tiene varias aristas que cada palmicultor debe abordar, en forma particular.

En primer lugar, es necesario realizar un diag­nóstico para conocer las tecnologías disponibles que puedan ser útiles en cada uno de los proce­sos del cultivo. Su evaluación y caracterización son necesarios para conocer la potencia reque­rida en cada equipo, sus rendimientos, el consu­mo de combustible y los costos que demanda su uso, por hora, por hectárea y por tonelada de fruto producido, datos claves en la toma de de­cisiones.

También se requiere planificar y administrar la mecanización y revisar cómo hacerla cada vez más sostenible.

Lo que se debe saber al mecanizar

  • El uso de un equipo no genera resultados de la noche a la mañana.
  • Es indispensable un cambio de mentalidad tanto en el productor como en el operario.
  • Los ajustes para obtener los resultados esperados se tienen que generar tanto en la logística de la plantación como en quienes prestan sus servicios.
  • Los casos de éxito que involucran la mecanización no implican que quienes quieran adoptarlos deban hacerlo de la misma manera; por el contrario, estos deben ser adaptados a las condiciones particulares de la plantación.

Lo más utilizado

El uso del grabber puede incrementar en 15 % el rendimiento en las labores de alce y recolección de racimos de fruta fresca. Foto: Karol Villalobos

Un estudio realizado en la Zona Oriental, el cual abarcó 35.583 hectáreas, permitió estimar el nivel de adopción de maquinaria para diferentes procesos de producción.

Uno de los resultados que más llamó la atención de los investigadores es que no necesariamente la tecnología más eficiente es la más adoptada.

Algunos ejemplos de los equipos que más están utilizando los palmicultores, según el proceso del cultivo, son los siguientes:

En gestión fitosanitaria, los equipos motorizados de espalda son los más empleados, con un 26 % de adopción, seguidos por el fumigador, con 22 %. Sin embargo, otros de gran utilidad como el pulverizador de cañón, el cual se utiliza para hacer aplicaciones asperjadas, solo está siendo usado por el 7 % de las plantaciones consultadas.

En fertilización, las voleadoras se adoptan en 39 % de las plantaciones; mientras que alternativas como las fertilizadoras de tasa variada (que resultan más eficientes) solo se adoptan en el 4 % de las plantaciones.

En cosecha, el tractor + traileres usado en el 96 % de las plantaciones.

El tractor + grabber, un equipo un poco más complejo y de gran utilidad, pues puede incrementar el rendimiento en un 15 %, especialmente en temporadas de alta disponibilidad de fruto, solo se ha adoptado en el 9 % de las plantaciones.

El uso de polinizadores motorizados ha incrementado las velocidades de flujo, garantizando buena cobertura y formación de racimos. Foto: Cenipalma

Barreras para la adopción

Adoptar o no adoptar las tecnologías existen­tes es una decisión en la que influyen factores económicos, sociales, de desconocimiento y de disponibilidad de los equipos en las diferentes zonas palmeras.

Frente a los costos de los equipos, los cuales no siempre son fáciles de asumir por parte de los productores de menor escala, ha surgido la alternativa de alquiler de parques de maquinaria que le brinden el servicio a varias plantaciones de manera simultánea.

En la parte social lo más importante es capa­citar en el uso de las máquinas a quienes las van a operar, lo cual resulta tan importan­te como lograr un cambio de mentalidad en quienes están acostumbrados a rea­lizar las labores en forma manual, de tal manera que se abran a nuevas posibi­lidades.

La lejanía de algunas plantaciones también dificulta que los palmicultores tengan fácil acceso a las novedades tec­nológicas.

Otro escollo en el que es necesario tra­bajar es el del acompañamiento posventa, pues, por falta del mismo, en ocasiones los equi­pos terminan archivados, sin haberles dado nin­gún uso.

Resultados contundentes

Las Unidades de Mecanización y de Validación de Cenipalma han desarrollado trabajos, realiza­dos de manera articulada con plantaciones, con el objetivo de encontrar el impacto de alternati­vas de mecanización hoy disponibles.

Dichos trabajos han incluido alternativas para aspersión fitosanitaria, cosecha, fertilización, poda y remoción de tejidos enfermos por PC, entre otros.

Estos dos ejemplos son un aliciente para que los palmicultores le apuesten a la mecanización:

El uso de herramientas motoriza­das en la poda de cultivares híbri­dos ha permitido aumentar el ren­dimiento laboral en 147 %, al tiempo que ha reducido costos en un 21 %, con beneficio tanto para el operario como para el productor.

Gracias al uso de equipos, la labor de remoción de tejidos afectados por la pudrición del cogollo se ha podido in­crementar en un 273 %, pues mientras con he­rramientas manuales un operario lograba hacer 34 cirugías en un día de trabajo, a un costo de $6.568 por palma, con esta nueva modalidad consigue hacer 93 cirugías en el mismo lapso, con un costo unitario de $2.176.

Reingeniería de procesos y gestión de personal

La reingeniería de procesos en el cultivo de pal­ma de aceite, junto con una gestión eficiente del personal, permite optimizar tiempos, recursos y sostenibilidad. Al rediseñar labores agronómi­cas y aplicar tecnologías adecuadas, se mejora la productividad y se fortalece el desempeño la­boral en toda la cadena agroindustrial.

Dentro de las empresas a las cuales han venido acompañando las Unidades de Validación y Eva­luación Económica se destacan varios ejemplos con resultados contundentes.

El primero es el de la Plantación San Marcos, de 1.740 hectáreas ubicada a 7 km de San Carlos de Guaroa, en donde se probó una innovación que ha dejado excelentes resultados: no abrir brácteas pedunculares en el proceso de polini­zación, labor que le ocupaba al operario el 20 % de la jornada laboral.

Con la ejecución del proyecto que llevó a este resultado, en el que también participó el equipo de Biometría, se comprobó que es posible obte­ner racimos de características y condiciones de peso y conformación de aceite similares a aque­llos en cuyo proceso se abren las brácteas y, por lo tanto, comercialmente aprovechables.

Resultado de ello, el rendimiento laboral au­mentó en 72 %, con el plus de que la cantidad de producto que se debe utilizar para la poliniza­ción es el mismo.

Si bien ya hay plantaciones replicando este ex­perimento exitoso, es importante que quienes se animen a hacerlo realicen las pruebas necesarias a través de muestreos para que puedan validar su funcionalidad.

Por su parte, la empresa Imparme ha tenido excelentes resultados con el uso del grabber lo que le ha permitido incrementar su productivi­dad laboral, reducir el costo de la cosecha en un 15 % y facilitar la ergonomía asociada al alce de racimos. Así mismo, construyó en 2020 un prototipo de polinizador motorizado gracias al cual se incrementaron las velocidades de flujo, lo que hace innecesaria la apertura de brácteas pedunculares pues, gracias a dicha velocidad, el producto logra llegar a esas partes difíciles de las inflorescencias, garantizando buenas co­berturas y buena formación de racimos. De esta forma el rendimiento se ha incrementado entre un 25 % y 35 %.

De otra parte, la plantación Palmeiras logró implementar el uso de cortadores mecanizados para la cosecha en cultivos de híbridos jóvenes.


PalmaSana y Productiva
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