Por:
Andrea Zabala-Quimbayo, Auxiliar de Investigación II, Área Geomática, programa Agronomía de Cenipalma.
Este año, Colombia sigue atenta y preparándose para enfrentar el fenómeno climático El Niño, un evento recurrente caracterizado por el calentamiento de las aguas del Océano Pacífico ecuatorial. Este fenómeno suele tener un impacto significativo en el clima del país, manifestándose en períodos de sequía prolongada, altas temperaturas y la posibilidad de incendios forestales.
Según las predicciones del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), la actual probabilidad del 85 % en condiciones El Niño para el trimestre agosto, septiembre, octubre permiten evidenciar una evolución que alcanzará su madurez durante el tercer y cuarto trimestre del 2023, las cuales, se mantendrán al menos hasta el primer trimestre del 2024 con una probabilidad superior al 96 %.
Durante el mes de julio se presentaron hasta 2.4 °C (grados Celsius) de temperatura superior al histórico (Figura 1).
¿Qué podría ocurrir este mes?
En términos generales, para el mes de agosto se espera disminución generalizada entre el 10-20 % de la precipitación sobre los valores de los acumulados históricos (1991-2020). Pueden presentarse algunas excepciones hacia el occidente de Nariño con aumentos entre el 10-20 %.
Se presentarán pocos eventos que, aunque disminuidos, ofrecerán días con lluvias intensas durante el mes, lo cual implicará estar preparados días con volúmenes altos acumulados, en especial hacia el norte de la región Caribe debido a la temporada de huracanes que continua activa y al tránsito de ondas tropicales.
La temperatura se prevé pueda alcanzar entre 1 a 1.5 °C (grados Celsius) por encima de los históricos, incluso hasta 2 °C en algunas regiones (sur del Magdalena, centro del Cesar, norte de Norte de Santander y occidente de Meta).