Por:
Luis Guillermo Teheran Sierra, Investigador Posdoctoral del Programa de Agronomía de Cenipalma
Manuel Rafael Ospino Ballesteros, Auxiliar de Investigación del Programa de Agronomía de Cenipalma
Nolver Atanacio Arias Arias, Coordinador del Programa de Agronomía de Cenipalma
En los últimos años, el uso de productos biológicos en la agricultura ha aumentado de forma considerable, y entre ellos, el uso de biofertilizantes a base de microorganismos, los cuales se definen como suspensiones microbianas que contienen una concentración estandarizada de uno o varios microorganismos (bacterias, hongos filamentosos y levaduras) con agentes estabilizantes y otros aditivos para aplicaciones en cultivos.
Se ha demostrado que el uso de microorganismos con capacidad de promoción de crecimiento vegetal en los cultivos tiene un gran impacto en la nutrición de estos e incluso en la protección contra patógenos, así como aumento de la tolerancia a diferentes fuentes de estrés abiótico entre otros potenciales beneficios. La mayoría de estos productos suelen estar enfocados a cultivos de ciclo corto como: maíz, arroz, soya entre otros; hoy en día, dichos productos están siendo también usados en cultivos perennes como la palma, sin embargo, aunque se han enfocado el uso de biofertilizantes en diversos cultivos son pocos los fabricantes que brindan especificaciones técnicas para el almacenamiento adecuado de estos.
Entre las consideraciones técnicas que se deben tener en cuenta para el almacenamiento y verificación de la calidad los biofertilizantes, están:
- Generalmente los fabricantes de estos productos no especifican la necesidad del control de la temperatura de almacenamiento; es recomendable que los productos a base de microorganismos se guardan en lugares frescos, y resguardados de las potenciales condiciones adversas del medio ambiente. Si bien no es obligatorio el uso de la refrigeración a menos que la ficha técnica lo especifique, es recomendable conservar estos productos en refrigeración de 2 a 8 °C, ya que evita en gran medida la muerte de las células microbianas y mantiene la estabilidad; impactando en la funcionalidad del producto.
- El lugar de almacenamiento y el manejo del producto es otra consideración técnica que impacta en la calidad y funcionalidad del producto, por ejemplo, un lugar con poca limpieza, productos mal sellados, o con uso a medias, son condiciones que podría generar contaminación de los biofertilizantes, muerte microbiana o incluso afectar la salud de los usuarios; es recomendable que el repositorio de los biofertilizantes sea limpio, fresco y protegido de la radiación solar directa, donde los productos puedan reposar debidamente sellados y agrupados para su posterior uso.
- En cuanto a la calidad de los biofertilizantes, los fabricantes especifican que sus productos contienen una concentración suficiente de microorganismos; esta se verá afectada si no se tiene en cuenta criterios básicos como la temperatura, limpieza y manipulación de biofertilizantes e incluso podría generar contaminación cruzada. Este criterio de calidad se puede evaluar de dos maneras, una es la evaluación microbiológica donde se observará el recuento microbiano (número de células vivas por peso o volumen de producto), la presencia de microorganismos contaminantes (pureza) (Figura 1), y la otra es cuando evidenciamos que la aplicación de biofertilizantes no genera ningún efecto en el cultivo (Figura 2)
Al igual que con otros agroinsumos, es recomendable analizar la calidad de los biofertilizantes por parte de laboratorios especializados. Este es el primer paso para lograr los beneficios esperados de este tipo de productos.
La suma de las anteriores consideraciones técnicas mencionadas impactará en la calidad y desempeño de los productos aplicados en el cultivo (Figura 2).