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Carlos Roberto Murgas Guerrero: 50 años de amor por la palma de aceite

Foto: archivo Fedepalma
Homenaje a una vida y obra

Por:
PalmaSana y Productiva

Contenido Editorial publicado en PalmaSana y Productiva – Septiembre de 2023. 


Un costeño nacido en Bogotá, cercano, de puertas abiertas, respetuoso por la ética de lo público y con un gran sentido de responsabilidad social para socios y aliados, es Carlos Murgas, el ‘mecenas’ de la palma de aceite en Colombia: ¡gracias!

Hay seres humanos que dejan una estela de luz, de bien, de progreso por donde pasan. Es el caso de Carlos Roberto Murgas Guerrero, un nombre inherente a la palma de aceite en Colombia; alguien que, con su espíritu visionario, su conocimiento, su empuje y su fe, logró cambiarles la vida a miles de familias campesinas del norte del país.

Hoy, queremos rendirle un tributo y un merecido homenaje a quien la palma de aceite debe buena parte de su crecimiento, el crecimiento de un sector que, gracias a él, se volvió inclusivo.

Todo en la vida de Carlos Murgas parecía estar dado para que se convirtiera en el patrocinador oficial de la palma de aceite: desde su formación como ingeniero agrónomo de Louisiana State University, hasta aquel encuentro fortuito, en 1970, cuando, como exitoso empresario algodonero visitó Malasia para conocer mejores prácticas y se encontró con un cultivo que prometía poder agroindustrializarse.

Una década antes de ese momento, ya había visto los primeros pinitos del cultivo en cabeza de los tíos de su esposa, dueños de Palmas de Casacará. Pero esto de Malasia ya era a otro nivel, el nivel que él se soñó para su Colombia y que pudo, por fortuna, hacer realidad.

Carlos Roberto Murgas Guerrero: 50 años de amor por la palma de aceite
Su legado, sin duda, tendrá por siempre el reconocimiento y agradecimiento del sector y del país. Foto: archivo Fedepalma

Fue así como decidió ‘mudarse’ a la palma de aceite, actividad en la que ya cumple 50 años, y empezar a pensar en cómo hacerla grande.

Muchas cosas se le dieron: el haber nacido y crecido en medio de familias que desarrollaron su labor empresarial en el campo, ese primer pálpito que le mostró cómo la genética sería un factor clave para el desarrollo del cultivo; su acertado olfato para los negocios bien llevados, con ética y responsabilidad social, y la oportunidad que tuvo de ejercer como Ministro de Agricultura y de propiciar cambios que resultaron trascendentales para el crecimiento del sector.

Corrían los años 1998 y 1999 cuando, siendo Ministro de Agricultura, luego de ejercer como Gerente de la Caja Agraria, en 1992, y tras haber comprobado su inviabilidad, decidió liquidarla y crear el Banco Agrario, que cambió el modus operandi del financiamiento de las labores del campo y les dio una nueva vida crediticia a los agricultores.

Junto con ello, impulsó y convirtió en política de Estado el que se considera, quizás, su mayor logro: el Modelo Alianzas Estratégicas Productivas, iniciativa que acerca al industrial a los agricultores de pequeña y mediana escala dueños de la tierra, que la saben trabajar y la mantienen. En este modelo encontró Carlos Murgas la única forma de crecer y de ser competitivos: que los dueños de la tierra no se vieran obligados a malvenderla, la trabajaran gracias a los créditos blandos diseñados específicamente para el sector palmero, la cosecharan e hicieran parte del valor agregado.

Además, el modelo ha generado acercamiento entre las familias que ejercen la actividad palmera, pertenencia a las zonas y ha motivado a la gente a trabajar por su comunidad. Gracias a las alianzas se han mejorado distritos de riego, escuelas, canchas deportivas, parroquias, en fin, todos los espacios que permiten un crecimiento integral en los departamentos en donde irradian su acción: Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, Guajira, Norte de Santander, Santander y Sucre. 

Sus resultados son tan contundentes como las cifras que los respaldan: antes del modelo, el sector palmicultor contaba con 400 palmicultores a nivel nacional; hoy son 7.200, 90 % de los cuales son de pequeña y mediana escala. De ellos, 5.000 están asociados en alianzas o vinculados con Núcleos palmeros; y 3.200 familias están vinculadas a Oleoflores, la empresa de la familia Murgas, y son afiliados de Fedepalma.

Otros de los aspectos a los que les prestó atención, indispensables para que las alianzas den resultados, fueron el Fondo Agropecuario de Garantías, el incentivo a la capitalización rural y la asistencia técnica integral.

Carlos Murgas es un convencido de que la institucionalidad, representada en los gremios, es la fortaleza y el cimiento de cualquier actividad en el sector agropecuario: vía la gremialidad y la unión, es como salen las cosas, afirma siempre. Esa fe en la gremialidad la materializó como fundador, pionero y miembro honorario de Fedepalma y de Fedebiocombustibles. De esta última, por ser el creador de la primera planta de biocombustibles del país, producto de la palma de aceite. 

 

LEA LA EDICIÓN DE PALMASANA Y PRODUCTIVA NO. 7 DE SEPTIEMBRE DE 2023

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