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Artículo del Boletín N° 46 de Salud & Nutrición.
Las grasas desempeñan un papel crucial en la dieta, proporcionando entre el 25 % y el 30 % de la energía diaria requerida. Además, son una opción accesible para aquellos que padecen desnutrición y necesitan aumentar su consumo calórico. Sin embargo, entender los efectos de la producción de aceites vegetales requiere información detallada y precisa sobre dónde se cultivan³.
Hasta la fecha, se han elaborado mapas detallados a nivel regional para cultivos como la soya, la linaza y el girasol. Sin embargo, solo la palma de aceite y el coco han sido mapeados con precisión a alta resolución y a escala global. Estos dos cultivos, junto con la soya, las semillas de girasol y la linaza, representan más del 80 % de la producción mundial de aceites vegetales³. Se ha observado que la palma de aceite ocupa solo el 8,6 % de la tierra destinada a cultivos oleaginosos y que produce aproximadamente el 36 % de todos los aceites vegetales, a diferencia, por ejemplo, de la soya que cubre el 39 % de la tierra dedicada a estos cultivos y produce alrededor del 26 % de los aceites ³.
El aumento proyectado en la producción de aceites vegetales debido a la creciente demanda plantea preocupaciones ambientales significativas. Sin embargo, también se ha observado que la producción de aceites vegetales puede generar beneficios económicos locales, como mayores ingresos, empleo formal y reducción de la pobreza en áreas rurales³.
La mayoría de los estudios sobre nutrición y salud se han enfocado en vincular el papel de los diferentes tipos de grasas con el sobrepeso en millones de adultos. Razón por la que, la restricción en el aporte de grasas hoy en día es una de las primeras directrices dietéticas que se aplica principalmente a las sociedades con mayores tasas de obesidad. Sin embargo, debe considerarse que, para las personas con bajo peso y/o deficiencias de micronutrientes los alimentos ricos en energía juegan un papel importante².
El impacto de la producción y el consumo de grasas en la salud humana y el medio ambiente indica posibles compensaciones y sinergias entre diferentes opciones de grasas. Es probable que en el futuro aumente la demanda de grasas para alimentar a un número cada vez mayor de personas. En partes del mundo con sobrepeso generalizado, se necesita una cuidadosa ingesta de grasas priorizando un consumo más equilibrado, pariendo de diferentes fuentes y primando aquellas que son esenciales. Mientras que, en partes del mundo con una alta incidencia de desnutrición, cobra importancia una mayor producción de grasas locales y un mercado asequible a las mismas².
Referencias
² Meijaard E, Abrams JF, Slavin JL, Sheil D. Dietary Fats, Human Nutrition and the Environment: Balance and Sustainability. Front Nutr. 2022 Apr 25;9
Artículo del Boletín N° 46 de Salud & Nutrición